Es una antigua ciudad española, probablemente fundada por los fenicios o los tartesios.  Los romanos la invadieron en el siglo III a.C.  El cristianismo llegó muy pronto a la ciudad, hacia el siglo III.  En la Edad Media fue un reino árabe pero en el siglo XIII fue reconquistada por los ejércitos cristianos, encabezados el rey Fernando III El Santo e incorporada al reino de Castilla.  En la Baja Edad Media fue duramente golpeada por la Peste Negra y por las matanzas de judíos.  Subsisten importantes monumentos medievales, entre los que se destaca la gran catedral, el barrio de La Judería  y el Alcázar árabe.